lunes, noviembre 20, 2006

Lides

Podría tomar un lápiz,
sentarme a enumerar
batallas libradas

Preguntarme
Cúal espíritu guerrero
me convierte a veces en su esclava


Qué fuerzas, de dónde vienen
por qué me arrastran

No siempre las batallas
se dan en vastos campos
rodeados de árboles-testigos

Se libran, a veces, en cuartos tristes
en una ducha o un ascensor

Ni granadas, sin fusiles ni ametralladoras
sin uniforme, ni casco.
Nos encuentran desnudos, sin más arma
que una palabra alzada
o un argumento sin esperanza

Sólo ocurren, y van dejando
efemérides
en mi libro de vida

Beatriz C.

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