Llegué de noche, cansada de un largo viaje
la gente corría buscando carritos
ninguna opción para mí
cargada con bolsas, teteros y un bebé en los brazos
valiente en mi inconsciencia
sorda y muda
en ese aeropuerto
en el piso.
Me levantan manos atentas, carritos libres, sonrisas
caricias en la cabecita del bebé
Y sólo puedo contestar las sonrisas:
Aterricé en un idioma desconocido.
1 comentario:
Krina,
La poesía no debe renunciar a contar cosas y eso es lo que tú haces aquí. No estoy muy de acuerdo con la versificación, creo que es en efecto un relato que has fragmentado. Pero los dos últimos versos:
Y sólo puedo contestar las sonrisas:
Aterricé en un idioma desconocido
Definitivamente SON el poema.
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