miércoles, diciembre 31, 2008
lunes, diciembre 22, 2008
perdonen el bombardeo prenavideño de consuelos...
Es uno de mis poemas-fetiche, en lo que se refiere al anonimato de los concursos, y otras situaciones parecidas en las que siempre "funciona": la autora es Maria Pawlikowka- Jasnorzeska, poeta polaca del principio del siglo pasado, y me extrañaría mucho que alguno de ustedes la conociera. Tiene unas verdaderas perlas. El polaco es un idioma de oscura riqueza, dificilmente traducible, no obstante, las frases de ella son muy simples, y lo logré traducir más o menos, respetando el orden de las rimas y el ritmo, tal como suena en el original.
Hay que andar enmascarada
Vine envuelta en un oscuro abrigo
Mis ojos: centelleantes rendijas de fiesta
La Dicha no me reconoció y bailó conmigo
Sin sospechar que soy yo, a quien detesta
Y la Suerte, despistada, pensó enseguida
¿Por qué no complacer a esa desconocida?
sábado, diciembre 20, 2008
de: Mis espacios de consuelo
Deduzcamos de ello una regla general: el alcance existencial de un fenómeno social no es perceptible con mayor acuidad en el momento de su expansión, sino en sus comienzos, cuando es incomparablemente más frágil que lo que será en el futuro. Nietsche señala que en el siglo XVI Alemania era el lugar donde la Iglesia estaba menos corrompida y que por eso se dio la Reforma precisamente allí, porque sólo en “sus comienzos la corrupción se dejó sentir como intolerable”. La burocracia en la época de Kafka era un niño inocente al lado de lo que es hoy y, sin embargo, fue Kafka quien puso al descubierto su monstruosidad, que desde entonces ha pasado a ser trivial y ya no interesa a nadie. En los años sesenta del siglo XX, brillantes filósofos sometieron “la sociedad de consumo” a una crítica que, a lo largo de los años, se ha visto tan caricaturescamente superada por la realidad que ya no nos molestamos en proclamarla. Porque hay que recordar otra regla general: mientras la realidad no se avergüenza de repetirse, el pensamiento, ante la repetición de la realidad, termina siempre por callar.
jueves, diciembre 18, 2008
!FELIZ NAVIDAD!
Valoro de este año las llamadas de los amigos, su presencia, las maticas que me regalaron, las frutas que me ofrecieron, sus correos electrónicos, la sinceridad de los médicos, el calor de mi familia, las nuevas amistades que hice en la antesala de la radioterapia, las escapadas que nos dimos a comer empanadas antes de la “quemazón”, y guardaré para siempre las estampitas y regalitos que nos intercambiábamos cuando cada uno de nosotros íbamos terminando el tratamiento
No quiero sonar a libro de auto ayuda o algo parecido, lo que quiero es desearles una feliz navidad, porque realmente aprecio tener la oportunidad de vivir una feliz navidad. Este año voy a saborear cada ingrediente de las hallacas, voy a abrazar más fuerte al que se me ponga por delante, bailaré hasta cansarme, comeré veinticuatro uvas en vez de doce, y todas la copitas de vino que pueda tomarme escondida.
Para ustedes y todos, tenga y disfruten de una feliz Navidad, y que las musas sigan siempre con nosotros,
los quiere,
Beatriz C.
domingo, noviembre 30, 2008
De: mis espacios de consuelo
… nadie podía alcanzarle por mayor esfuerzo que hiciera en la audacia de las metáforas, en la perfección de la métrica, en la claridad de los conceptos, en la sinceridad de los sentimientos y en esa elegante, deliberada, prescindencia de los tópicos para usar sus propios e inolvidables recursos, dándole a cada palabra un valor expresivo hasta entonces desconocido y a cada situación una impresión tal de autenticidad que sus contendores no podían menos que quedarse boquiabiertos, con las caras más negras que un cielo de tormenta por la rabia que los comía presos de una envidia que a la larga tenían que tragarse, convencidos como estaban de que él, el Invencionero, era algo distinto, elevado, angélico, definitivamente celestial.
Y es que cuando este gran poeta comenzaba a improvisar sus versos, las imágenes adquirían corporeidad física y una primordial sensación de belleza, flagrante, real, presente, se adueñaba de los circunstantes, una belleza que se le metía a uno por los sentidos y le inundaba el entendimiento y le acariciaba el cuerpo todo como un aura suave y bienhechora, como una tibia emanación.
Provoca crearse un espacio de consuelo, en la belleza compartida con los vivos y con los que ya no están aquí , una capa finita que le aisle a uno de la realidad cada vez más hosca, grotesca y mezquina que nos rodea.
A ver, si alguien adivina ?quién es autor de este texto? (tiene una chuleta) . Se los quiere
lunes, noviembre 24, 2008
Últimamente quedé encantada con dos libros de escritoras venezolanas, ambos editados por bid&co.editor, y ambos, una verdadera fiesta de lectura. Dos perlas de nuestra narrativa que nada tienen que envidiar a la universal.
Vade Retro de Miriam Marinoni no es una novela nueva: fue finalista del premio Planeta en 2001. El libro me lo regalaron y fue toda una sorpresa, porque no entiendo como una obra de esa calidad haya pasado casi inadvertida. Es una buenísima novela en la que dos vidas, entretejidas con muchas otras, la de un hacendado alemán y un cura español se cruzan en la tierra venezolana. Una historia de personajes muy fuertes y situaciones de despiadado realismo, vuelto pura poesía por obra del lenguaje. Me encanta esa narrativa que mezcla en cada frase descripciones y diálogos, pasando del directo al indirecto con ritmo y música propia.
El segundo libro de la misma editorial lo compré por el texto de contraportada y algunas frases al abrir una página cualquiera, y sobre todo por ese impulso indefinido que te atrae a comprar un libro y no otro. Se trata de En lugar del corazón, un conjunto de cuentos de Silda Cordoliani, a quien conocí brevemente en Ediciones B el año pasado, y no sabía que escribía, mucho menos cuentos tan magníficos. Son muy a mi gusto, siempre impregnados de misterio que acecha en situaciones de apariencia cotidianas, historias de amor y amistad, y una belleza en cada línea. Una narrativa que deleita y sorprende.
Hoy me entero que habrá un bautizo del libro el sábado 29: lo recomiendo. También el de Miriam, si se consigue todavía.
domingo, noviembre 16, 2008
Poliscopia 2008
lunes, noviembre 10, 2008
fotos
Saludos, Néstor
sábado, noviembre 08, 2008
lunes, noviembre 03, 2008
Re-visiones
“Siempre que discutimos fotografías se nos vienen a la mente historias, interpretaciones sobre lo que está sucediendo en la imagen. Con Cynthia Bustillos no fue una excepción, ella me comentaba lo que se imaginaba al ver mis fotos y un día le propuse que ilustrara lo que se imaginaba”, cuenta José Ramírez quien, de esta manera, decidió desarrollar Re-visiones.
Este proyecto de intercambio de visiones presenta una selección de 24 fotografías en blanco y negro, en formato 12 x 21, que fueron intervenidas por Cynthia Bustillos directamente sobre el papel usando “guache” a color. “Apostamos al proceso que instintivamente ocurre en el cerebro al observar una imagen fotográfica, en el que completamos la historia que ésta nos sugiere. Queremos mostrar la potencia de una imagen como disparador de otras imágenes”.
La serie fotográfica, realizada en Nueva York y Caracas, no fue concebida pensando en su posterior modificación; lo que se observa en Re-visiones es el resultado de un largo proceso de experimentación con diferentes formatos, tipos de papel y tintas. Para Ramírez, este es un punto importante porque “a pesar de que se pueden generar otras copias y tratar de intervenirlas igual, son piezas únicas. Este es un rasgo interesante, ya que uno de los debates más largos en la historia de la fotografía es sobre la valoración artística de algo que es fácilmente reproducible; este tipo de intervención rompe con eso”.
José Ramírez es consultor de empresas, escritor y fotógrafo. Está vinculado a Roberto Mata Taller de Fotografía desde el año 2006, cuando decidió formalizar su formación como fotógrafo. Sus trabajos han sido expuestos en el Salón Juan Lovera de los años 2007 y 2008, Salón de arte de Baruta 2007 y Salón Nacional de arte de Aragua 2008.Cynthia Bustillos es artista plástico e ilustradora de libros infantiles, estudió arte en el Instituto Armando Reverón, y ha trabajado proyectos de restauración de obras de arte. El libro infantil Abecedario temerario (Camelia Ediciones) fue nominado a la Lista de Honor IBBY 2008 por las ilustraciones realizadas por Bustillos y fue ganador en Los Mejores Libros para Niños y Jóvenes del Banco del Libro; también ilustró Horripilón tiene miedo (Alfaguara).
Photomatón no es sólo una tienda fotográfica especializada donde se puede conseguir materiales, equipos, publicaciones y todo lo que necesiten profesionales y estudiantes, también es un espacio para difundir la fotografía nacional, gracias a su inusual galería, El Paredón. Cada mes se inaugura una nueva muestra y quienes lo deseen, pueden adquirir las imágenes presentadas. Laura Morales Balza, Carmen Lucien y Gabriella Di Stefano son algunos de los artistas que han pasado por esta pared.
Fuente: Mílitza Zúpan
jueves, octubre 30, 2008
pequeños crímenes
Desde hace algunas semanas, en varios lugares del Parque del Este, este afiche expone el proyecto del Museo Buque Leander ante centenares de personas que lo ven a diario.
Es un prodigio de la expresión escrita: cada vez que lo leo, le encuentro más confusión. Por si no se lee bien en la foto, lo transcribo tal cual:
El Museo Buque Leander es una obra de 4300,00m2 de construcción aproximadamente, de los cuales el área del Museo abarca dos (2) niveles y estarán por debajo del nivel de la tierra; el Buque que quedará superficial tendrá varios niveles internos, ambientados a la época donde se presente la historia de la expedición de Francisco de Miranda en el Buque, a través de los diferentes accesos con recorridos que incorporen al visitante desde el parque a las diferentes actividades a desarrollar dentro de las instalaciones propuestas.
Sólo queda rezar para que la calidad de la redacción no tenga nada que ver con la del proyecto. Amén.
jueves, octubre 23, 2008
Una palabra, un regreso
He podido arrastrar conmigo tanto pero al final decidí sólo arrastrar mis pies. Y detrás de ellos esta risa que ya suena lejana.
Este es un reencuentro con las letras, con todas ellas, con los brazos abiertos como queriendo abrcarlas todas. Qué iluso, qué ingenuidad. Pero a la vez qué divertido. Volver a ver estos ojos y estas miradas. Regresar antes del olvido.
La costumbre la perdí y trato de hacer este recorrido como si tuviera la brújula descompuesta. Puro olfato, puro instinto.
Esta voz siempre fue un eco. Un rebote que se levanta de un suelo quebrado. Un saludo que no deja de escucharse. La gota de agua que siempre queda en el fondo de la tapara.
lunes, octubre 20, 2008
a proposito del nobel
Con el largo silencio, empujado por Bea, encontré una excusa para reportarme.
Una frase del nuevo premio Nobel de literatura Jean-Marie Le Clézio, me convenció de escribir sobre un asunto que siempre tengo presente. Dice el ahora millonario (en letras): "El escritor no es ni un profeta ni un filósofo, es sólo un testigo de la realidad que lo rodea".
Estoy tan de acuerdo con él que recordé una reciente discusión en la que dije algo sobre qué escribir y cómo escribirlo en estos tiempos de polarización política cuando somos testigos de lo que pasa. Yo diría que muchas ideas relacionadas con temas políticos mueren o las matamos por temor a que hieran sensibilidades en un ambiente en el que "estás con el gobierno y o estás contra él".
Yo he intentado muchas veces dar forma narrativa a algunos incidentes políticos de los que hemos sido testigos (que hemos sufrido) y han terminado en la papelera por una serie de razones, pero principalmente por el temor a que algún lector (autoridad) se moleste. Hasta ahora no he tenido la posibilidad de presentar alguna pieza a consideración de las editoriales oficiales, pero seguramente le pasará a cualquier tomar en cuenta lo que dice para supuestamente mejorar las posibilidades de publicación. ¿Autocensura? Yes sir, como diría ya saben quién. ¿Es honesto esto? como testigos que somos, no.
Cierto que no estamos en la época de los vituperados 40 años en los que la actividad cultural en general y la literaria en particular acogía con bombos y platillos las obras que criticaban el sistema o que reflejaban la pobreza, la corrupción de los regímenes políticos o utilizaban determinados incidentes para hacer críticas sociales y hasta ganaban premios.
Entonces qué hacemos, cómo dejamos huellas de lo que estamos viviendo, de lo que somos testigos. He comenzado a dar forma a un cuerpo de argumentos que está disperso todavía pero que se centra en mantener el punto focal como una cámara que registre hechos sin hacer comentarios, sin lanzarse a plantear argumento sociológicos. ¿Esto es suficiente? No lo creo y es porque pienso que el narrador tiene una responsabilidad social más allá de lo que nosotros discutimos. Entonces, viene la otra parte, que creo que la columna vertebral debe ser la creatividad, la originalidad. Plantear visiones distintas, hechos de forma que inocentemente dejen colar el mensaje que se desea plantear. Dicho de esta manera, suena fácil pero creo que cada quien debe buscar la solución a este conflicto con su capacidad literaria.
Escuché el cuento de Nelson Cordido, “un orgasmo por la paz”, que da una idea sobre una posible forma de meterle el pecho al asunto. Quizás el cuento de Nelson suene panfletario en algunos pasajes y que sea muy evidente el mensaje que pretende dar. Habrá quien lo acuse de hacer un retrato del país sin que Nelson tuviera la valentía de decir derechamente que se trata de Venezuela. Más de uno le dijo a Nelson: “Quien va a publicar ese cuento que habla de un dictador”.
Como sea, es un intento, incluso mucho mejor que los míos, que han terminado en la basura. Como sea, es una manera de plantear el asunto, además con humor. Por ahora sigo pensando que la clave de tratar la realidad que "vivimos" viene mucho de la mano de trabajar narraciones que traten sobre la pobreza, la delincuencia, la injusticia, la impunidad como consecuencias de un sistema de cosas que no marchan muy bien que se digan, a fin de preparar el terreno para el gran tema, la política, del que personalmente tengo interés y que espero llegará el día cuando podamos escribir de ella libremente, sin presiones, sin prejuicios, sin temor a represalias, tanto como se hace sobre el amor, la obsesión de todos nosotros.
Finalmente, hay otra frase de Le Clézio que me gusta y que creo que adoptaré: "Escribir es viajar, me gusta estar en países nuevos y por eso me gusta la literatura. Cada vez que comienzo un nuevo libro me siento una persona diferente". Como dicen algunos: Lo certifico.
Néstor
viernes, octubre 17, 2008
Accidente
Taf! Taf! Taf! ... Tlin... Hu! Hu! Hu! Hu!
Sangre de brasas... Astillas... Lloros.
Dos manos como saludo de amistad.
Lenguas dispersas muertas de sed.
Un ojo atisba del ventanillo.
La locomoto muriendo bufa:
Taf! Taf! Tlin! Hu!
Paris-Nice... I... III... Wagon.
Rauchen verboten... Ay! Virgen santa!
Un pie cortado holla un cerebro.
Quijada rota se ríe... se ríe...
Goddam! Ay!... Secours!... Au secours!
Taf! Taf! Hu! Hu!
El trata de levantarla... Grita ya ronco.
Ella lo apenas puede mirar...
Ambos contemplan el foco eléctrico
Que con la muerte ya se les vidria.
Luna de miel... Luna de miel eunuca...
Taf! Taf! Hu! Hu!
París. 1930.
miércoles, octubre 15, 2008
La noche los...
de las estrellas.
Pasa
violenta, salpicada en los flancos
la locomotora, por hábil luz brasa.
Al atroz precipicio de los barrancos
las luciérnagas, un oro verde
y luminosas.
Francos
hablares, en el silencio, una voz muerde
...... ahora se pierde.
Hay seis pinos
largos; tremendos por su negrura.
No los doblan los cristalinos
vientos.
La luz madura
del carro, llega
ciega,
toda en determinados oscilamientos.
Como cascada,
de un relincho, se oye la voz espada;
y el carro trémulo, pasa
por entre el Río, que se adelgaza.
O! los paisajes todos oscuros,
los pinos viejos, los largos muros
llenos de yerbas elásticas
con el viento; voces fantásticas
y aquellos pinos, de siluetas
quietas...
todas monásticas.
---
Amigos taparenses, ¿saben quién es el autor de esta maravilla?, ¿a qué les suena?. Parece lugones, ¿verdad?, pero no...
viernes, octubre 10, 2008
El “escritor de la ruptura” Jean-Marie Gustave Le Clézio obtiene el Nóbel de Literatura 2008
"Escribir no es sólo estar sentado en tu mesa contigo mismo, es escuchar el ruido del mundo. Cuando estás en la posición del escritor se percibe mejor el ruido del mundo, vas al encuentro del mundo!",
Jean-Marie Le Clézio
ESTOCOLMO, 10 Oct. (EUROPA PRESS) -
El literato francés Jean-Marie Gustave Le Clézio ha obtenido el Premio Nóbel de Literatura, según informó ayer la Real Academia sueca.
Nacido en 1940, la Academia lo ha definido como "el escritor de la ruptura, de la aventura poética y de la sensibilidad extasiada, investigador de una humanidad fuera y debajo de la civilización reinante".
Su primera novela fue 'Le procès-verbal' (1963), en la que revela sus influencias del existencialismo y de la llamada 'nouveau roman'. A esta obra le siguieron otras dos novelas 'La fièvre' (1965) y 'Le déluge' (1966), en la que denuncia "el problema y el miedo inherentes a las grandes ciudades occidentales", según el comunicado de la Academia.
Le Clézio se ha revelado como un escritor comprometido con la defensa de la ecología, una orientación que se acentuaría en obras como 'Terra amata' (1967), 'Le Livre des fuites' (1969), 'La guerre' (1970) y 'Les géants' (1973).
El tema central de la obra de Le Clézio se ha ido orientando cada vez más hacia la exploración del mundo de la infancia y hacia la historia de su propia familia. Bajo estas premisas escribió 'Onitsha' (1991), 'La quarataine' (1995), 'Révolutions' (2003), en la que trata algunos de sus temas favoritos, como el exilio, la memoria, la ruptura de la juventud y el conflicto cultural; y 'L'Africain' (2004), en la que narra la historia de su padre y los recuerdos de un adolescente a la sombra de un extranjero al que debe amar.
Entre sus últimas obras destaca 'Ballaciner' (2007), un ensayo profundamente personal sobre la historia del arte cinematográfico y sobre la importancia del cine en su propia vida. En estos momentos está pendiente de publicación 'Ritournelle de la faim'. Le Clézio también ha escrito libros para niños y adolescentes, como 'Lullaby (1980), 'Celui qui n'avait jamais vu la mer suivi de La Montagne du dieu vivant' (1982) y 'Balaabilou' (1985).
domingo, octubre 05, 2008
lunes, septiembre 29, 2008
viernes, septiembre 26, 2008
Palabras en espera
Cuando un poeta
escribe un poema
sonríe y mira
hacia un lugar impreciso
lo dobla
puede que lo guarde
en su gaveta preferida
hace el amor
va al banco
camina
cocina
pero su mente está
en donde está el poema
enciende la televisión
abundan desencuentros
huracanes y mentiras
el poeta abre la gaveta
o busca el papel doblado
vuelve a sonreir
y mira
de nuevo
hacia un lugar impreciso
Beatriz, septiembre 2008
jueves, septiembre 18, 2008
INFORME DE LECTURA
CONCURSO DE CUENTOS DE EL NACIONAL:
INFORME DE LECTURA.
En un tiempo todavía no muy remoto nos preguntábamos entre compañeros de grupos y talleres literarios por qué los jurados de este concurso, después de leer tantos cuentos no se animaban a resumir, por lo menos, sus impresiones acerca de lo que se escribe en Venezuela. Ahora comprendo por qué. Comienzo a leer: tres, cuatro textos sacados al azar de cualquiera de los paquetes identificados con el membrete de El Nacional, miro el reloj y pasó más de una hora sin que la montaña que tengo por delante acuse la más mínima reducción. Es mucha lectura y los jurados curtidos en esta faena saben cómo acelerarla. De hecho, yo también lo sé. Es cierto que la calidad narrativa brilla como un diamante entre granos de arena. Es cierto que al leer las primeras páginas, a veces incluso el primer párrafo de un cuento ya se puede ponerlo de lado y pasar al siguiente. Es cierto, se puede; sin embargo, opto por el patético esfuerzo de leerlos todos de principio a fin, aun los que parecen un chiste o casi ofenden por simplistas, sentenciosos o auto-denigrantes, aun los mal escritos, los que no logran hilvanar bien las ideas o cuyos autores no se han molestado en conceder a su obra y lectores el beneficio de, aunque sea, una revisión.
No es necesario hacer lo que me propongo, más bien distrae de la meta que consiste en elegir al ganador, pero me aferro a esta lectura con la pasión que inexplicablemente despiertan en mí las tareas heroicas sin propósito práctico y los caminos que no llevan a ninguna parte. Raras veces tenemos la ocasión de adentrarnos en una jungla literaria como esta, ni nadie lo haría en otras circunstancias. Los cuentos que acostumbramos a leer por gusto ya han sido filtrados y sólo nos llegan los que denotan al menos una gran destreza narrativa, nunca esa masa de material primario, aglutinado en el anonimato de sus autores, y que, sin embargo, constituye una ocasión única de comprobar qué es lo que mueve a la gente a escribir en estos días del 2008. Sería un desperdicio atravesar esa jungla y dejarla atrás sin compartir algo de este viaje antes de que pase el tiempo y se diluya, como todos los viajes, en otros días y en otras tareas.
DE LOS TEMAS PRESENTES
La verdad es que no hay muchas sorpresas. La muestra confirma las conclusiones de prologuistas y compiladores de antologías recientes como Rubi Guerra y Antonio López Ortega que destacan, cada quien a su manera, la variabilidad y la condición absolutamente heteróclita de los temas y búsquedas narrativas de nuestros cuentistas. Evidencia preferencias temáticas que podrían llamarse nuevas si tal concepto tuviera sentido en la literatura, junto con la permanencia de las que parecían haberse quedado atrás, tal vez porque no se manifiestan con el mismo vigor en los cuentos selectos que llegan a publicarse. Desde luego, el contexto político de un país dividido, las imposiciones ideológicas y los abusos del poder se cuelan en esos textos como ambiente, como denuncia directa e incluso como tema principal, a menudo se mencionan con cautela, sin ponerles nombre, acentuando el asombro ante lo grotesco, pretendiendo que se escribe un relato fantástico en la extrañeza de un país inventado. No parece que los creyentes de la ideología del gobierno participaran mucho en este concurso, o lo hacen en cuentos que no tocan el tema político, y que son la mayoría, por cierto: hay muchos otros temas que ocupan a los autores. En los cinco paquetes de textos encuentro nostalgia y vueltas a la infancia, a menudo rural, temática familiar no resuelta, cuento histórico y fantástico y crudos reflejos de nuestra cotidianidad de hoy signada por el caos urbano, transplantes e inmigraciones y, sobre todo, por la violencia y el miedo a la violencia, historias repetidas de balas perdidas y muchachas de clase media que caen víctimas del hampa; tampoco puede faltar el relato negro del barrio con arreglos de cuentas entre bandas rivales ni la denuncia social de la miseria que siempre estuvo presente en el cuento venezolano con la variante reciente de una clase media acosada y empobrecida. Sin embargo —y esto es una sorpresa para mí— si tomamos esta aglomeración de cuentos como una muestra estadísticamente significativa, la ciudad no predomina en ella, ni como tema ni como escenario. El “pueblo” aún ocupa el primer lugar en el imaginario venezolano, en forma generalmente nostálgica y costumbrista, deseosa de fijar en el tiempo paisajes, leyendas, ritos, fiestas y personajes que planean sobre la infancia de los narradores: padre, madre, abuela, una tía proveedora de la familia, el maestro o el fabricante de globos; ese escenario abarca pueblos del Oriente, de los Andes, del Zulia, pero también caseríos aislados y ciudades del interior, e incluso vecindarios de Caracas y Maracaibo de antaño con sus características pueblerinas y, por supuesto, todos los pueblos ficticios de rasgos arquetípicos que no tienen ubicación referencial precisa. El “pueblo” con sus encierros y penurias, es también el puerto de donde se zarpa de joven buscando imponerse en los negocios, música o deporte en una gran ciudad (Caracas, Nueva York) y entonces los cuentos se centran en la huida, en el viaje, en la conquista de otros espacios, siempre difícil, y en la añoranza del origen perdido. El retorno no existe o es un naufragio, la aceptación del fracaso vital. Muy pocos cuentos transcurren en el extranjero, de preferencia en Estados Unidos, el norte de los exilios. La “ciudad” y el “pueblo” imantan dos grandes grupos de cuentos, entre los cuales flotan fragmentos sueltos de un pasado histórico o mitológico, a veces un futuro de corte apocalíptico. El extravío y la falta de un guía se hacen sentir en una relativamente gran cantidad de cuentos donde alguna verdad existencial acomete al narrador desde el espectáculo de la naturaleza o al hojear un libro de poesía, pero la mayoría de las veces le es revelada por un “sabio”, invariablemente viejo y muy pobre, encontrado en un parque o en la playa, figura tan repetido en la literatura como las verdades que enuncia.
DE LOS TEMAS AUSENTES
Ayuda a delinear el carácter de esta muestra es lo que está ausente en ella: pienso en esos campos temáticos que son recurrentes, por ejemplo, en colecciones de cuentos de la nueva narrativa norteamericana que estuve leyendo últimamente, pero que no parecen despertar el interés de nuestros autores. No destaca el carácter virtual de nuestra época ni la dimensión existencial de la dependencia mediática, no se siente el inquieto asombro ante el desborde de las tecnologías, la aceleración del tiempo y la obsolescencia congénita de los objetos. Apenas en dos relatos se menciona el Internet; la computadora, cuando aparece, se asimila a una máquina futurista para viajar en el tiempo y en uno solo de doscientos cuentos alguien se comunica por el teléfono celular, como si el uso de ese artefacto no estuviera extendido a lo largo y ancho del territorio nacional. ¿Acaso ciertos aspectos de nuestra praxis cotidiana no han sido aún asimilados por el imaginario cultural o, por el contrario: ya no se notan siquiera por demasiado triviales? Tampoco parece ser relevante la problemática de las minorías, étnicas o sexuales. En esta aglomeración narrativa la discriminación racial sigue unida al pasado colonial, ningún cuento explora realmente sus manifestaciones actuales. Me pregunto también si la relación homosexual (apenas mencionada una sola vez) sigue siendo una cuestión incómoda, o, más bien al revés: ¿también en este caso, la aceptación general habrá banalizado el asunto hasta quitarle todo el interés? Es posible, porque el sexo en general, al parecer, dejó de ser un tema relevante: me impresiona no encontrar ni un solo relato erótico y la casi inexistencia de la temática de pasión y despecho, antes tan fecunda; en cuentos de pareja; predomina el desencuentro vital y el deterioro mutuo en un ambiente social desolado y hostil, entrelazado con casos de maltrato y violencia doméstica. Otra ausencia que salta a la vista afecta la cadena generacional: las figuras predominantes —los sujetos que enfocan estos cuentos— son los padres y abuelos, nunca los niños de los narradores, (a menudo sumergidos en su propia infancia); voces de hijos se elevan en la preocupación por sus madres pero muy pocas veces alguna madre menciona siquiera a sus hijos. ¿Indicaría eso una falla en las esperanzas vitales, la incapacidad de percibir el futuro, o más prosaicamente, tan sólo la edad de los autores?
La primera persona de singular predomina en esta muestra: los narradores son estudiantes, médicos y reporteros pero también hay narradores ladrones, malhechores y asesinos a sueldo y, sobre todo, narradores perdidos en una realidad de fracaso y falta de rumbo que tiende un velo de tristeza sobre todo el conjunto. No hay denominador común, pero la totalidad de las lecturas transmite lo mismo que un personaje llamado Barone, —el representante más lúcido y entrañable de la ya mencionada familia de sabios — quien le revela al narrador una sola verdad indiscutible: la del poder creativo de la tristeza.
No son de ninguna manera conclusiones estrictas: se trata de impresiones, de un esfuerzo de enfocar la acumulación de señales y resistirse al impacto con que un solo cuento notable cambia la balanza de los temas tratados, no obstante, es inevitable que la materia leída se deforme pasando por mi filtro mental, exagerando la importancia de ciertos signos y omitiendo otros, distorsionando la estimación de “poco” o “mucho”… ¿Serán realmente “muchos” tres cuentos que describen un próximo fin del mundo? Con esta reserva, repito que la lectura deja en mí un sedimento hecho de tristeza y falta de rumbo. El porvenir, cuando asoma, se ve aterrador y el presente desdibujado, la mirada de esos autores se voltea principalmente hacia el pasado.
DE LOS CUENTOS
Lo que sí puedo afirmar como lectora es que los temas que empujan a la gente a escribir se perciben con mayor nitidez precisamente en una lectura masiva y anónima como esta, donde se encuentra de todo: crónicas costumbristas, fábulas mitológicas y con animales, incluso cuentos de hadas y poemas rimados, ensayos aleccionadores, sermones, revelaciones de sabiduría, reportajes de hechos de violencia, denuncia social y descargas ideológicas apenas disfrazadas con un brochazo de ficción. De esa masa narrativa se desprende un perfil que nunca será el mismo si nos limitamos a considerar tan sólo los cuentos selectos, los que destacan, para comenzar, por la esmerada calidad del lenguaje y la voluntad de estilo: cualidades sorprendentemente descuidadas por la mayoría pero indispensables para que los cuentos tengan alguna posibilidad de darse a conocer en premios o publicaciones y, en consecuencia, contribuir a lo que se conocerá como nuestro panorama literario de hoy. Porque tales cuentos siempre sobresalen y sorprenden. Algunos no cuadran en ninguna tendencia, son absolutamente únicos, pero aun cuando pertenecen a un campo temático común o nacen de alguna tipología compartida, todos poseen esa cualidad esquiva que, sin importar la situación que muestran o la historia que cuentan, les hace craquear las moléculas de la realidad al transformarla en materia narrada.
Ejemplo de ello es el hermoso cuento ganador de este año: “Los zapatos de mi hermano” escrito por Heberto Gamero y el único en cuya escogencia coincidimos los tres miembros del jurado, personas de gustos y referencias culturales diferentes. El cuento pertenece al grupo de los que rinden homenaje a un personaje determinado, padre, madre, líder o maestro, en este caso un hermano mayor recordado como un inspirado compañero de carreras, sin embargo tal como cambia nuestro metabolismo al correr, a medida que avanza el cuento el horizonte se ensancha, las carreras se extienden abarcando todo el planeta y la historia se eleva a las alturas de un verdadero canto a la vida que dignifica la lucha por el logro en la conciencia del inexorable final. El tema de las carreras de maratón y rutas de entrenamiento no ha sido tratado por nadie más, al menos en esta muestra.
CUENTOS DE PUEBLO
Pero también dentro de los temas comunes hay cuentos buenos y muy buenos: los que se desarrollan en el espacio pueblerino, por ejemplo, podrían componer una pequeña antología. En el grupo temático que reúne pueblo y memoria, algunos destacan por la belleza del lenguaje y por su capacidad de mantener el hilo de la tensión narrativa a pesar de su carácter esencialmente descriptivo.
Me llamó la atención: la densidad del mundo femenino en un pueblito de Los Andes aislado detrás de los cerros donde hijas, madres y abuelas llevan nombres de flores. Las peripecias de crecer de una niña muy especial, vegetariana, roquera y hare krishna en un “pueblo de tránsito” en Zulia. Las tradiciones, leyendas, personajes y fantasmas en torno a las fiestas de la Virgen del Carmen y la Manga de Coleo en dos cuentos que representarían a los pueblos del Oriente en esta antología ficticia. También estaría allí la magia de las tardes que pasa un niño en las canastas de ropa que lava y plancha su hacendosa abuela o el misterio que emana de la maleta encontrada en el zaguán de una casa rural, que, por respecto a la propiedad ajena, nunca abrirán las mujeres que allí habitan. Tampoco será abierta la carta que llega de improvisto a una casa situada en el esta vez nada arquetípico contexto de una vivienda cerrada y amenazada por saqueadores tras haber sobrevivido de milagro al desastre de Vargas: esa carta —probable notificación oficial de que la casa será demolida— puede sin embargo contener esperanzas, señal de vida del padre desaparecido o de una vecina a quien arrastró el lodo. Lodo, inundación y deslave aparecen igualmente en otro cuento impresionante, cuya cadencia narrativa acompaña la velocidad con que una casa es arrastrada cuesta abajo por un río desbocado: la casa es un barco, y un niño, aferrado a su techo, se sueña capitán.
El pueblo de origen es apenas un lejano recuerdo en los relatos cuyos protagonistas buscan la fama o, al menos, una vida en Caracas (y casi siempre fracasan en el intento), como ese ex- jugador de futbol amputado de una pierna en una historia que trata de glorias fugaces destinadas al olvido pero también de una inusual solidaridad humana que siente un médico por su paciente. Solamente dos veces el interior venezolano es escenario de un cuento actual, retratado sin la distancia del recuerdo y con esa sensación de veracidad iluminadora que sólo puede lograrse con la narrativa. En uno de ellos, —donde cuatro jóvenes que salieron a pasar un día en el campo son atracados y violados al son de la música de reggaeton— el desolado entorno provinciano se refleja en los personajes, en el lenguaje que usan y en la pobreza de las referencias culturales que les son accesibles. En el otro, —“Los muelles lejanos” de Fedosy Santaella que obtuvo una mención de publicación— un joven vuelve a su ciudad natal para encargarse del negocio paterno, por lo que la oposición entre Caracas e interior se ve enfocada desde un punto de vista invertido del habitual: el cuento se centra en la complejidad oculta de los códigos locales y en el desamparo, matizado por el humor, de quien se mueve entre ellos a ciegas, sospechando y descubriendo su irremediable desconocimiento de la gente, incluso la más cercana —el padre recién fallecido, el sorprendente personaje de la madre— y en parte, de su propia infancia.
CUENTOS DE LA CIUDAD
La “ciudad” también tiene su representación en cuentos de buena factura literaria. Su carácter es otro, definitivamente actual e inseparable de las tendencias temáticas de siempre: pobreza, violencia, anonimato de las grandes urbes, ineficiencia social para paliar el caos.
Destaco: lejanas luces de la ciudad vista desde el cerro, en la última noche de un joven malandro, quien, acosado por una banda rival, encuentra un precario refugio de la casa de una vieja amiga de su madre; destaco también el asesinato del famoso jugador de baloncesto abatido a balas en su barrio natal donde daba clases de deporte, crimen cuya investigación devela apenas la punta de iceberg de las mafias intocables y desencadena ajusticiamientos. Otro relato que me llama la atención denuncia con agudo realismo la miseria de nuestros centros médicos, el humilde heroísmo cotidiano de un cirujano mal pagado, obligado a luchar en condiciones precarias no solamente contra el daño físico inflingido por arma blanca a un muchacho sino también contra la inercia administrativa y la indolencia de los servicios hospitalarios en situaciones de emergencia y la muerte, para enterarse después de que le ha salvado la vida a un peligroso antisocial. La omnipresente y nefasta influencia de la ciudad es decisiva en el cuento que mejor ilustra el ya mencionado desgaste del amor en la trayectoria vital de un profesor de literatura y su mujer escultora, pareja cuyo inclemente entorno le trunca el progreso hacia una vida mejor y hace trizas los ideales sociales compartidos.
Entre esos cuentos destacan dos donde la ciudad, más que un escenario, es el verdadero protagonista del relato. Uno de ellos la enfoca de lejos, a través de los cristales de un café en el tope del Ávila donde un narrador desconocido, posible asesino a sueldo, lucha con la tentación de fumar esperando a un cliente, mientras el carácter individual de la materia narrada se desvanece en la masa urbana vista desde arriba y de reojo, relegándola a apenas un pálpito en el rebullir diario de la ciudad. El segundo, al contrario: enfoca a Caracas desde adentro, desde la inconfundible especificidad de un territorio urbano particular que es y fue el bulevar de Sabana Grande en sus diferentes momentos de gloria y decadencia, integrados en la ingeniosa historia de un abogado buscado por la justicia que encuentra refugio en esa jungla urbana de aceras tomadas por los buhoneros.
También entre los cuentos que no representan tendencias prioritarias, algunos se relacionan con el territorio urbano, como ”Pasajero de arena”, un texto hermético de sugerente poesía narrativa que gira en torno al Nuevo Circo, escrito por José Antonio Sáenz, que también se hizo acreedor de una mención de publicación. Y no todo es sangre, barrio, y crimen en el campo gravitacional de la ciudad. Prueba de ello: la historia de tres fantasmas libidinosos que persiguen a las mujeres en el mercado de Quinta Crespo y una delirante travesía que Roberto Bolaño habría podido escribir si, durante su estadía en Caracas, hubiera sido secuestrado por unos maleantes literarios y llevado en contra de su voluntad a un demente acto de homenaje en un tugurio en Guarenas.
Y OTROS
Quedan por mencionar algunos cuentos de alta factura literaria que exploran campos temáticos únicos o poco presentes en la muestra de los cuentos del concurso. El ámbito militar encuentra su expresión en “Juegos de guerra y amargura”, relato totalmente actual y profundamente vivido o investigado, que muestra las crudas realidades del ejército venezolano desde el punto de vista de un soldado apostado en la frontera colombiana: este cuento, escrito por Rodolfo Táriba Santaella también recibió mención de publicación. El mejor de los relatos históricos se desarrolla igualmente en el ámbito castrense, esta vez el del alto mando militar que rodea al general Gómez, con el incentivo de ser focalizado por la esposa de un coronel y contar con una buena dosis de suspenso mientras da cuenta del ambiente de hipocresía, adulación al caudillo y miedo, típico de las dictaduras militares. Una de las pocas historias de amor retrata a Olguita, una femme fatale venezolana, objeto de adoración de un grupo de amigos, que a los cincuenta años cumplidos sigue siendo un ser esquivo para ellos y para sí misma. La problemática racial y la colonización, aunque poco presentes en esta muestra, encuentran una expresión poderosamente concentrada en un cuento que logra transmitir las tensiones de la convivencia cotidiana entre dominantes y dominados, el desprecio, el odio y hasta la envidia de la superioridad física de la raza negra, a partir de la mirada de un caballo pintado cien años atrás en uno de los retratos en la galería de antepasados del dueño de la hacienda. Del mismo modo contundente, otro cuento que comienza en los apacibles placeres de lectura en una librería en Washington, da un súbito giro hacia lo fantástico y desemboca en el misterio de la universalidad del arte frente a los lienzos de un enigmático pintor en los cuales cada espectador reconoce los paisajes de su isla natal y la sonrisa de su propia madre. La incierta frontera entre lo real y lo virtual en nuestro presente se vislumbra en un solo relato cuya narradora escribe vía email cuentos por encargo para personas desconocidas, y poco a poco unas vagas señales le hacen sospechar que sus ficciones se convierten en la vida real de esos clientes.
El presente lo vivimos con los ojos vendados, dice una memorable frase de Milán Kundera, y, efectivamente, el cuento que a mi juicio ilumina realmente la esencia de la época que estamos viviendo hoy transcurre en un futuro de colonias satelitales y viajes en el espacio, un futuro tristemente verosímil y mucho menos sorprendente de lo que nos hubiera parecido en los sesenta la tecnología de comunicaciones de nuestra vida cotidiana en el 2008. Narrada por un muchacho que viaja a tal colonia para reunirse con sus padres emigrados, esa visión de fármacos, ambientes artificiales y hasta modificaciones genéticas de la raza humana no impide que los protagonistas del futuro sigan siendo los mismos pobres nietos, hijos y padres de nuestra especie, con los mismos problemas familiares irresueltos, las mismas búsquedas, traslados y añoranzas.
Quiero mencionar al fin que hay cuentos que impresionan y divierten por el tema mismo, casi independientemente de cualquier otra consideración. Supongo que ningún lector de mi generación puede resistir el embrujo de imaginarse ese concierto loco organizado en el infierno por el mismísimo Dante Alighieri, (personaje sorprendentemente popular en esta muestra) en el que participan simultáneamente todas las figuras legendarias de cantantes y músicos de jazz y blues de la segunda mitad del siglo XX. Y a todos los jurados nos llamó la atención, desde luego, un cuento policial — de hecho, nada mal resuelto, — en que los miembros que nos sustituyen en la ficción de este concurso reciben órdenes de premiar un cuento con el mismo título, bajo chantaje de amenazas de muerte.
Los cuentos que mencioné aquí no son los únicos buenos — incluso tengo la sensación de haber olvidado algunos— ni los organicé en función de algún juicio de calidad; su escogencia sólo refleja los gustos personales de esta lectora y no atañe a otros miembros del jurado sino en lo que se refiere al cuento premiado y los tres recomendados para publicación. Me alegra constatar que mi lista resulta bastante nutrida. No sé si su confección delata la fiebre de una antóloga incipiente o cumple de cierta manera con otra promesa tácita a mis compañeros de aprendizaje, tertulias y talleres literarios de la época cuando enviábamos relatos a los concursos y nos preguntábamos si habrían sido leídos y tomados en cuenta, si alguien se habría fijado en ellos y qué tan cerca habrían estado del final. No nombro los títulos e ignoro quiénes son los autores de estos cuentos, pero me hermano con ellos en la demencia que representa el trabajo de escribirlos, les agradezco la lectura y confío en que reconozcan, cada uno, ese pequeño tributo al suyo.
Krina Ber
domingo, septiembre 14, 2008
Instantáneas de viaje
lunes, septiembre 01, 2008
lunes, agosto 25, 2008
miércoles, agosto 20, 2008
FELICITACIONES!
Ne siento muy feliz en felicitar en este espacio a Beatriz Calcaño por haber ganado el concurso de Autores Inéditos de Monte Ávila Editores en el género poesía.
Monte Ávila Editores anunció recientemente las resultados de su Concurso de Cuentos para Autores Inéditos, en los géneros de narrativa, poesía, ensayo, dramaturgia y literatura infantil. Los ganadores serán premiado con mil bolívares fuertes y la publicación de su obra en Monte Ávila Editores.
El jurado de poesía, ontegrado por María Clara Salas, Patricia Guzmán y Yolanda Pantin premió los libros Expediciones, de Beatriz Calcaño; Imposible de lugar, de Claudia Sierich y Mi padre y otros recuerdos, de Víctor Alfonso Alarcón. '
Para la crónica: Bea es la cuarta taparense que gana este concurso y primera en poesia.
viernes, agosto 08, 2008
"Es un verdadero placer leer la décima edición de GP, editada por Lorenzo Dávalos y Claudia Veitía con el trabajo gráfico de las diseñadoras Coromoto Díaz y Eleonora Sierra y con los textos de Manuel Lebón, Mariana Fernández Petkoff, Camilo Daza, Erika Roosen Larralde y otros colaboradores. Gastronomía, viajes, literatura, plástica y otros temas conforman su menú principal.
Camilo Daza escribe sobre un mito de las letras norteamericanas del siglo XX: Truman Capote. No intenta analizar su narrativa sino explorar ciertas áreas de su personalidad. Atormentado y atormentador, Capote construyó una leyenda sobre la base de A sangre fría, su pieza más célebre pero también la que más dolor le produjo."
(http://ideasdebabel.wordpress.com/2008/05/05/letras-textos-para-leer-imagenes-para-disfrutar/
domingo, julio 06, 2008
Imposible equilibrio
“¿Por qué no me dijiste antes que
la luz del infierno puede ser buena para los ojos?
¿Por qué no me dijiste antes que
no era pecado estar cansada?”
Patricia Gúzmán
me he tomado
no será un paisaje esmeralda
con árboles sabios
el que recree mi vista
ni reposaré
en suaves pliegues
de arena
el mínimo equipaje
consistirá en pocas fotos
una arrugada estampita un libro que no leeré
hablaré con el Mago de Oz
recordaré los mejores momentos
haré viajes astrales
escucharé what a wonderful world
-por centésima vez-
estaré topless
frente al gran Rá
su gran cabeza
me cubrirá
sus rayos salvadores
bañarán partes de mí
querré regresar
purificada
a dormir profundo
a sanar heridas
y nunca olvidar
la sabiduría que puede
haber en el horror
de este cuerpo que lucha por volver
imposible equilibrio el de la vida
martes, julio 01, 2008
Escritura
midiendo cada una de mis frases
por su peso, volumen, movimiento.
Estoy cansado de palabras.
No más lápiz: andamios, teodolitos,
la desnudez solar del sentimiento
tatuado en lo profundo de las rocas
su música secreta.
Dibujaré con líneas de guijarros
mi nombre, la historia de mi casa
y la memoria de aquel río
que va pasando siempre y se demora
entre mis venas como sabio arquitecto.
Con piedra viva escribiré mi canto
en arcos, puentes, dólmenes, columnas,
frente a la soledad del horizonte,
como un mapa que se abra ante los ojos
de los viajeros que no regresan nunca.
Eugenio Montejo
sábado, junio 28, 2008
Manoa
ningún indicio de sus piedras.
Seguí el cortejo de sombras ilusorias
que dibujan sus mapas.
Crucé el río de los tigres
y el hervor del silencio en los pantanos.
Nada vi parecido a Manoa
ni a su leyenda.
Anduve absorto detrás del arco iris
que se curva hacia el sur y no se alcanza.
Manoa no estaba allí, quedaba a leguas de esos mundos,
-siempre más lejos.
Ya fatigado de buscarla me detengo,
¿qué me importa el hallazgo de sus torres?
Manoa no fue cantada como Troya
ni cayó en sitio
ni grabó sus paredes con hexámetros.
Manoa no es un lugar
sino un sentimiento.
A veces en un rostro, un paisaje, una calle
su sol de pronto resplandece.
Toda mujer que amamos se vuelve Manoa
sin darnos cuenta.
Manoa es la otra luz del horizonte,
quien sueña puede divisarla, va en camino,
pero quien ama ya llegó, ya vive en ella.
Eugenio Montejo
Trópico Absoluto
jueves, junio 26, 2008
Los Árboles
Pasan la vida entera meditando
y moviendo sus ramas.
Basta mirarlos en otoño
cuando se juntan en los parques:
sólo conversan los más viejos,
los que reparten las nubes y los pájaros,
pero su voz se pierde entre las hojas
y muy poco nos llega, casi nada.
Es difícil llenar un breve libro
con pensamientos de árboles.
Todo en ellos es vago, fragmentario.
Hoy, por ejemplo, al escuchar el grito
de un tordo negro, ya en camino a casa,
grito final de quien no aguarda otro verano,
comprendí que en su voz hablaba un árbol
uno de tantos,
pero no sé que hacer con ese grito,
no sé como anotarlo
Eugenio Montejo
Algunas Palabras
lunes, junio 23, 2008
Islandia
con sus brumas helada y sus fiordos
donde se hablan dialectos de hielo.
Islandia tan próxima del polo,
purificada por las noches
en que amamantan las ballenas.
Islandia dibujada en mi cuaderno,
la ilusión y la pena (o viceversa).
¿Habrá algo más fatal que este deseo
de irme a Islandia y recitar sus sagas,
de recorrer sus nieblas?
Es este sol de mi país
que tanto quema
el que me hace soñar con sus inviernos.
Esta contradicción ecuatorial
de buscar una nieve
que preserve en el fondo su calor,
que no borre las hojas de los cedros.
Nunca iré a Islandia. Está muy lejos.
A muchos grados bajo cero.
Voy a plegar el mapa para acercala.
Voy a cubrir sus fiordos con bosques de
palmeras"
domingo, junio 22, 2008
LA HUELLA DEL BISONTE
Mientras tanto vuelvo a lo que más me gusta: libros...
Así termina mi carta a Hector Torres tras la lectura de La huella del bisonte:
Hector, amigo, me dejé llevar por mi entusiasmo de lectora, pero hice bien, porque ese estado dura muy poco después de que uno cierra el libro y las tareas de la cotidianidad te atrapan y alejan de él. Es un libro que da ganas de comentar, de pelear con sus personajes y discutir con el autor tomando un vinito, es un buen libro. Seguro no debo ser la única que te haya felicitado pero, como no me salió nada mal este comentario, tal vez lo publique en nuestro blog Tapara donde a veces recomiendo libros que me gustó leer.
Pues, aquí está:
Debo felicitarte por esta novela que en estos días terminé de leer. También en estos días la he comenzado: no es de esas que uno puede soltar cuando empieza. Ahora la estoy leyendo por la segunda vez, que es lo que hago cuando el libro aparte de tener una historia que atrapa, permite saborear su lenguaje, el ritmo de las frases, el estilo tan particular tuyo, y te felicito por haber logrado una prosa que corre tan fácilmente, en que todo es acción y atajos narrativos para decir cosas profundas como si fueran simples sin simplificarlas. Lo profundo, lo emotivo y sentimental está allí como un perro al que a veces se le da cuerda, pero no mucho, normalmente lo mantienes con la correa corta de una sofisticada parquedad, siempre un poco irónica, en la distancia exacta entre decir y callar. Y, en esta lucha, lo trivial adquiere a veces un realismo tan agudo que se vuelve poético. En todo caso, es la mejor cosa tuya que he leído. Ahí hay un gran trabajo.
Pero me imagino que quieres saber sobre todo qué opino de la historia y de los personajes como mujer, porque nosotras vemos las cosas desde la otra orilla, que lo queramos o no. Pues, sí. No sé si a todas, pero sospecho que a la mayoría de las mujeres, las Loliticas no nos resultan tan fascinantes como a ustedes. Más bien, repulsivas. Nos ofenden como niñas en nuestra niñez y nos ofenden como mujeres cuando somos mayores. Al lado de ellas nunca estamos en la edad correcta, siempre atrasadas o caducadas en la vida. Su gloriosa fugacidad nos arrolla como un bisonte, efectivamente. Juegan fuera de las reglas, juegan con la conjunción prohibida de sentimientos sexuales y paternos, y son terribles, porque esa ambigüedad trasgresora resulta irresistible para nuestros padres y maridos. Esto no es, ni de lejos, una crítica a tu personaje literario en el cual captaste de manera notable ese doble juego de mujer y niñita. La tienes muy bien lograda, a tu muchachita, con su comprensible y desesperada necesidad de protección que la hace tan letal. De hecho, la conozco, todos conocemos, creo, unas cuántas “Karlitas”. Aún cuando no entra en escena el componente sexual explícito, hay muchos seres como ella, empeñados con ferocidad desde su más tierna infancia a sacar siempre algún provecho de cada situación y de cada persona que se les atraviese, nunca descansan ni dan tregua, y por eso siempre le ganan a la gente menos feroz, a la que no se rige por ese patrón y quiere simplemente dejarse vivir los días, distraerse, hacer cosas porque sí, soñar. De hecho todos tus personajes, hasta los secundarios, me resultan por un lado conocidos como si me hubiera topado con ellos en algún momento de mi vida, y, por otro, no son en absoluto estereotipos. No se puede evitar entablar una relación con ellos, como ya viste en mi clara antipatía hacia tu protagonista y sus muslitos. En cambio me encanta Mario, es un gran tipo, y Gabriela, con quien me identifico en muchos puntos cuando pienso en mi remota adolescencia. Porque hay cosas que no tienen fecha, y creo (desde mi experiencia de mujer con muchas amigas) que has captado sorprendentemente bien la estructura psicológica de ambas adolescentes, La historia principal crea un suspenso narrativo, uno no puede dejar de leerla a pesar de que es absolutamente previsible en su inicio, desarrollo y desenlace… como lo son las historias de amor en la vida real. Siempre lo mismo, predecible, y siempre nuevo, especial, único en el mundo, a cada uno lo arrolla su propio bisonte y necesitamos saber cómo el suyo lo arrollará a Mario. En cambio, la relación entre el padre y la hija que crece como una flor oculta a la sombra de la historia principal es una sorpresa, y me imagino que no la tenías planificada desde el principio, que se te ha ido precisando “por sí sola”. Ese "perfecto viejo amor", al margen de otros amores, es como un tesoro que se excava poco a poco sin que uno le preste mucha atención y le descubre de pronto una reconfortante hermosura.
Ah, y otro detalle. Me encanta el final. Y la frase final. No sé muy bien por qué, pero me encanta. La belleza de la resignación, supongo, mientras los otros se levantan a bailar.
sábado, junio 21, 2008
PONGAMOSLE VOZ A QUIEN NOS DIO SU VOZ
Astrid planteaba honrar a Eugenio Montejo a un mes de su desaparición no con un minuto de silencio sino con la voz, con la lectura de un poema suyo, y rara vez algo me pareció tan acertado. Qué tal si lo hacemos en Tapara, aunque no encontrándonos, cosa que veo difícil, (yo misma estoy muy ocupada) pero al menos leyendo todos a la misma hora, en voz alta y comunión de almas, uno, dos o tres poemas suyos y le pido a José Ramirez, Leomidy y Beatriz que por favor pongan el poema que prefieren en este espacio, que sigue siendo nuestro.
Aquí va el email de Natividad:
El día 18/06/08, Astrid Lander <autoresvenezolanos@gmail.com> escribió:
Hola Natividad, esto es un OPEN MIC / Micrófono abierto para leer a Montejo el 7/7. Toma la batuta, anima a un grupo y busca un espacio para leerlo. Si lo vas a hacer en un espacio público, cuando lo dispongas, infórmame en qué lugar y a qué hora de el lunes 7 tendrías la participación. Que vamos a reenviar una lista de las personas que están participando en distitnas partes.
La respuesta es positiva, es conmovedor que las personas sensibles queramos reconocer a este honorable poeta.
Cariños
Astrid
viernes, junio 06, 2008
Eugenio Montejo
Javier Meneses Linares. Universidad del Zulia
La tierra giró para acercarnos
giró sobre si misma y en nosotros
hasta juntarnos por fin
en este sueño
Eugenio Montejo
sábado, mayo 17, 2008
Una plaza virtual
Una plaza virtual
Cambalache III
El próximo 25 de mayo, en el Centro Cultural Chacao, estaremos llevando a cabo la tercera entrega del Cambalache. La idea es llevar todos los libros que ya hayas leído o que piensas que no leerás e intercambiarlos por otros de tu interés. Las dos entregas anteriores fueron un rotundo éxito y esperamos que la próxima que se avecina lo sea también. Te esperamos. Centro Cultural Chacao, Av. Tamanaco, El Rosal. Hora: 11:00 am a 3:00 pm. Entrada libre.
sábado, mayo 10, 2008
martes, abril 22, 2008
Sant Jordi regalará rosas y libros en Caracas
Caracas.- La fiesta catalana de Sant Jordi llegará a Venezuela por segundo año consecutivo el próximo día 23 con el objetivo de promover la lectura y consolidar una tradición en la que se regala a los seres queridos un libro y una rosa.
Con esa fiesta, la comunidad catalana regala libros y rosas para celebrar el Día Internacional del Libro y conmemorar el aniversario de la muerte de tres grandes escritores de la literatura universal: Miguel de Cervantes, Inca Garcilaso y William Shakespeare.
El próximo 23 de abril se repartirá un total de 5.000 rosas en Caracas a las personas que adquieran un libro en los quioscos que se instalarán en la plaza de Altamira y en librerías de la capital venezolana, informó hoy el consejero de Asuntos Culturales de la Embajada de España en Venezuela, Luis Zaballa.
La plaza de Altamira, en el este caraqueño, se convertirá en una improvisada librería al aire libre con actuaciones en directo y lecturas públicas, afirmaron los organizadores. Decenas de puestos de venta de libros ocuparán la plaza, donde los asistentes podrán disfrutar de un concierto del grupo "Spokenword", a cargo de los músicos Bruno Galindo y Xavier Losada.
También habrá representaciones teatrales, y una lectura de poemas por parte del periodista y escritor venezolano César Miguel Rondón. En rueda de prensa, Zaballa invitó a los venezolanos a "adquirir una tradición catalana ilustrada" de regalar libros y rosas el 23 de abril.
Explicó que el objetivo de las celebraciones en Caracas es "consolidar la participación de la gente", para que, en los próximos años, se puedan sumar más ciudades venezolanas a la popularización de esta tradición en honor al patrón de Cataluña.
Zaballa adelantó que el próximo jueves el escritor español Juan Marchena presentará la obra "Desde la tinieblas del olvido: Los universos escondidos en la crónica americana de Juan de Castellanos", co-editado por la editorial Planeta y la Embajada de España.
La Biblioteca Nacional recibirá medio millar de ejemplares de este libro, que ofrece una aproximación a la obra de uno de los cronistas más importantes del Caribe continental e insular del siglo XVI, según los organizadores. Por su parte, la representante de la Cámara del Libro venezolana, Francis Herrera, señaló que "cada año las actividades y el apoyo" a la fiesta de Sant Jordi en Caracas "va creciendo".
Durante este "mes del libro" se realizarán también presentaciones de libros, mesas redondas, lecturas de poemas, así como una donación de obras a la Fundación Distribuidora Nacional y a la Biblioteca Nacional, indicaron fuentes de la organización.
El próximo domingo 20 de abril, siguiendo la tradición española de leer públicamente "El Quijote" de Miguel de Cervantes, se dará lectura de poemas del venezolano Miguel Otero Silva, conmemorando el nacimiento de este escritor perteneciente la denominada "Generación del 28".
A este acto, que se celebrará en el Centro Catalán de Caracas, acudirán, entre otras personalidades, el ministro de Cultura español, César Antonio Molina, según informaron fuentes de la organización. Las mismas fuentes señalaron que también se donará "abundante material bibliográfico", principalmente libros de referencia, de lengua, gramática y literatura iberoamericana, para contribuir a la "promoción de la lectura en los sectores sociales menos beneficiados".
Además, el próximo día 21 el escritor venezolano Harry Almela presentará su libro "Poemas de ida y vuelta. España y la poesía en Venezuela", co-editado por la Embajada española y el Círculo de Escritores, indica la agencia Efe.
lunes, marzo 24, 2008
Esperando la noche
repito mil veces
mantras cadenciosos
Acudo a pastillas
que prometen milagros
Pero el sueño tiene
sus propias reglas
obedece a un ritmo íntimo
Él decide
si da cabida
a sueños surrealistas
a los eróticos a los premonitorios
a esos que trato de entender al día siguiente
el sueño es el rey
Para conquistarlo
repito mil veces
mantras cadenciosos
acudo a pastillas que prometen milagros
Om om om
domingo, marzo 09, 2008
otro premio para un taparense
Antes solía decir que Vicente es nuestro miembro fantasma, pero hoy ya no destaca como tal porque todos nos hemos vuelto así. Queda este espacio, y los premios hay que celebrarlos. Personalmente conozco Los dioses del Sur y su proceso de genésis. Es una obra excelente, cruenta y burlesca, que toca las verdaderas enfermedades de nuestra sociedad. Queden pendientes por verla en las tablas en abril, cuando infelizmente yo estaré de viaje.
Los dioses del sur premiaron a Vicente Lira
Vicente Lira es un intelectual caraqueño, de 50 años, que no le tiene miedo a la polémica y por eso reitera que el teatro como expresión dramatúrgica es literatura y rechaza esa permanente exclusión que se le hace a tan importante base de las artes escénicas o sea “al texto literario que se utiliza para crear un espectáculo audiovisual”.Lira se asoma a esta polémica precisamente cuando la empresa estatal Monte Ávila Editores Latinoamericana le editó su obra teatral Los dioses del sur, la cual además ganó el concurso de dramaturgia del grupo Rajatabla, cuyo premio será la representación y su respectiva temporada en la sede de dicha agrupación, a partir del venidero mes de abril.
........
Logros en la narrativa?-
He quedado finalista en dos concursos de cuentos, ambos en España. He publicado cuentos y poesía en la página web de Texto Sentido. También he formado parte de tres libros de los talleres de Las Voces Nuevas del Celarg (en narrativa y poesía). Dicté un taller de cuentos en Barcelona, España. Tengo dos novelas escritas y un libro de poesía, los cuales estoy revisando con un grupo de amigos conocedores del tema.-¿Cuantas obras teatrales y cuantas premiadas?-Tengo escritas cuatro obras más o menos extensas: dos de las cuales están premiadas. Y las otras dos estoy revisándolas. Estas son: Las tumbas son pa´ los muertos (Premio Chela Atencio), Los dioses del Sur (Premio Monte Ávila y Premio de Rajatabla en homenaje a Gilberto Pinto), Quince minutos antes del exilio y A la manera de Oporto. Además de esto tengo escritas cuatro obras cortas, bajo un proyecto que denominamos Dramática Iberoamericana para realizar lecturas dramatizadas.
-¿Donde están las satisfacciones?-
Lo que se siente en la dramaturgia debe ser muy parecido a lo que se siente en la narrativa si la obra es llevada al cine. Aunque con el teatro me ocurre algo que no me ha presentado en la narrativa y es el hecho de que no puedo dejar de sentirme identificado con los personajes que desarrollo. Imagino que debe ser porque los diálogos te hacen acercarte más al personaje porque necesitas transmitir una sensación que permita una identificación inmediata con el espectador. Vi todas las representaciones de Las tumbas son pa’ los muertos y cada vez me sentía más identificado con lo que quería decir. Quizás en algún momento deje de ocurrir, pero por los momentos no se ha dado y no tengo la menor intención de evitar que ocurra
................
.-¿Puede repetir el cuento de la obra premiada en Rajatabla?-
La idea es mostrar, en tono de tragicomedia, cómo se juega y se trafica con la muerte en un cementerio, cómo vale más la trampa que la verdad y cómo están definidos estos personajes que logran que nos veamos transformados en simples marionetas de un juego burocrático, pero estableciendo nexos con la mitología griega sin que esto tenga que se un factor que genere ruido en el espectador. Sería entonces mi versión del dios y del mito griego arraigado en la realidad latinoamericana en donde un dios puede ser una actriz famosa, las Moiras dos viejas chismosas amantes de las telenovelas, en donde una maquinita de baterías que deja caer agua incesantemente puede representar la laguna estigia, y un cargador de tierra en un cementerio puede ser Sisifo. Un lugar en donde todas las caras que juegan a engañarnos son las mismas
(entrevista completa en:
http://elespectadorvenezolano.blogspot.com/2008/03/los-dioses-del-sur-premiaron-vicente.html
También salió un artículo en El Mundo
domingo, febrero 24, 2008
palabras de antes
En el soplo del mar, en un vaso de leche tibia y, sobre todo, en la dirección del remitente de viejas cartas que no pude botar, siento a veces un toque fugaz del idioma que se fue. Este mismo en que estoy escribiendo, ahora, y a la vez otro que dejó de existir como deja de existir un paisaje de colinas y bosques cuando el tren se adentra en él. El que era sólo sonidos y misterio, antes del simple buenos días, antes —¡cuánto antes!— de Borges y Cortázar, ni caliente ni tibio ni vaso ni leche (sólo mar, tal vez, cartas, Ibiza, arena), cuando las palabras no significaban nada, olían a islas y pasiones de verano. Cuando tenían algo de esas casas mediterráneas con sus gruesos muros blancos y rendijas de sombra, y también algo del cielo, hiriente de tanto azul. Palabras cerradas como nueces que apenas comienzan a descascarse en cuánto cuesta, aquí, sangría, playa, tú, yo, paella de mariscos, amor. Solas, recién salidas del huevo, desvalidas, inseguras: palabras. Existían ¿cómo lo explico?, fuera de mí, como el mar y el mundo antes de que estuviéramos en él.
Esa isla ya no está en ninguna parte, ni tú, ni siquiera yo, sólo el tren y las palabras, paisajes de palabras que se acercan y brillan aún como gotas de agua al sol antes de que las absorba la arena en las playas de lo conocido.
jueves, febrero 14, 2008
Krina recibe premio Sacven
Caracas, 14 de febrero – La narradora Krina Ber, estrella rutilante del grupo Tapara, agregó hoy a su colección de lauros literarios el premio de cuentos Sacven, cuya VI edición la ganó con su obra "Los dibujos de Lisboa".
La ceremonia de entrega se realizó con el auditorio de la Facultad de Humanidades y Educación de la UCV y además del premio Krina recibió elogios por su obra dentro de la narrativa venezolana.
La novelista Ana Teresa Torres habló por el jurado y destacó de Krina su "doble" logro por haber elaborado una historia seductora y dominado un idioma distinto al de su país de origen.
"Este premio dice mucho de cómo está la narrativa venezolana y sirve como un sitio para que los jóvenes escritores y los narradores en general puedan exponer sus trabajos", explicó Torres.
Al recibir el premio de manos de la directiva de Sacven, la escritora hizo gala de coquetería femenina al posar para la respectiva foto y fue aplaudida a rabiar por el público, entre quienes estaban sus dos hijos y muchos amigos.
En una tertulia previa a la entrega, los escritores Javier Miranda Luque, Salvador Fleján y Rodrigo Blanco destacaron sus experiencias en el concurso Sacven y mencionaron el otro galardón de Krina, el premio de cuentos de El Nacional, que por ser día de los enamorados fue recordado por su sugerente título: "Amor".
El jurado del concurso otorgó una mención honorífica a Miguel Hidalgo por su cuento "La Isla de Xisca".
Siete finalistas del concurso recibieron sus respectivos reconocimientos de la directiva de Sacven.
Krina no quiso anunciar sus planes futuros, pero seguro nos tendrá informados. Felicidades.
domingo, febrero 10, 2008
Cerrar podrá mis ojos la postrera
sombra que me llevare el blanco día,
y podrá desatar esta alma mía
hora a su afán ansioso lisonjera;
Mas no, de esotra parte, en la ribera,
dejará la memoria, en donde ardía:
nadar sabe mi llama el agua fría,
y perder el respeto a ley severa.
Alma a quien todo un dios prisión ha sido,
venas que humor a tanto fuego han dado,
medulas que han gloriosamente ardido:
Su cuerpo dejará no su cuidado;
serán ceniza, mas tendrá sentido;
Polvo serán, mas polvo enamorado.
FRANCISCO DE QUEVEDO (1580-1645)