Podría tomar un lápiz,
sentarme a enumerar
batallas libradas
Preguntarme
Cúal espíritu guerrero
me convierte a veces en su esclava
Qué fuerzas, de dónde vienen
por qué me arrastran
No siempre las batallas
se dan en vastos campos
rodeados de árboles-testigos
Se libran, a veces, en cuartos tristes
en una ducha o un ascensor
Ni granadas, sin fusiles ni ametralladoras
sin uniforme, ni casco.
Nos encuentran desnudos, sin más arma
que una palabra alzada
o un argumento sin esperanza
Sólo ocurren, y van dejando
efemérides
en mi libro de vida
Beatriz C.
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