Esa noche había una claridad inusual en mi habitación. No me podía dormir, y seguramente me movía de un lado a otro, puesto que mi abuela entró a darme una vuelta.
—¿Qué te pasa mi niña?
—Es que no puedo dormirme abuela.
Entonces ella miró hacia la ventana y vio que las cortinas estaban abiertas. La luna iluminaba gran parte del cuarto con su luz medio azulada, que me permitía ver mis cosas favoritas, mis muñecas, mis libros, pero distintas a la forma que tenían en el día. Se veían lánguidas y extrañas.
Ella me dijo “menos mal que te vine a ver”, y yo pregunté que por qué decía eso. Ella me contestó que ya casi el rayo de luna llegaba hasta mi cara. Pero yo le dije que qué tenía eso de malo, la luna no quema como el sol abuelita.
—No, no quema, pero la luna es poderosa también. La gente que recibe baños de luna mientras duerme puede volverse loca, eso me lo decía mi mamá, y a su mamá también se lo decía la suya.
Entonces le pregunté si ella conocía a alguien que le hubiera pasado eso y se puso muy triste, y los ojitos se le pusieron más pequeños de los que aun los tenía. Se le pusieron como cuando alguien nombra a su hija, mi tía Mariela, quien murió hace tiempo pero nadie habla de eso, ni de la enfermedad que ella tenía. Es como un secreto. Mi hermana mayor me dice que hay que crecer para que a uno se lo cuenten, y yo le digo que si se me van a poner los ojos así de tristes, entonces no quiero saberlo.
Y yo seguí preguntándole: “abuelita, y si te quedas dormida sólo por una vez y te cubre la luna, ¿también es peligroso?”. Pero niña, tú sí eres preguntona ¿no? — me dijo ella moviendo su cabeza hacia los lados.
Desde esa noche siempre revisaba mi cuarto antes de acostarse o le decía a mi mamá que lo hiciera.
***.
La ciudad esta llena anuncios luminosos y faroles que no permiten ver a las estrellas como antes. Mi abuela ya no está para cerrarme la cortina
Acaso a veces cuando la luna está llena, ésta se atreve tímidamente a dejar pasar una franja de luz por la ventana.
Entonces ahora que sé de tantos secretos, de tantas ausencias, y demasiados misterios descubiertos, me tiendo desnuda sobre esa luz, a tomar baños de luna.
Beatriz
5 comentarios:
Hola Beatriz,
es la segunda vez que tengo la oprtunidad de leerte, y te digo que me gusta mucho la sensibilidad que fácilmente y de una manera precisa transmites. Me gustaria poder leer más cosas tuyas.
cynthia
Beatriz,
Voy a aventurarme a tomar un baño de luna en la playa. Aqui los rayos llegan con fuerza. Luego te cuento.
Gracias Cynthia, no sé si recibiste un mail en donde te espresaba mi gratitud, si no lo recibiste, te doy las gracias dobles,
Saludos,
Beatriz
Hola José, entonces cuidado pues con los baños de luna...
Que la sigas pasando bien
Bea
Beatriz, desde pequena me ha llamado la atencon todo lo que esta en el cielo. Especialmente la Luna. He tomado banos de Luna por mucho tiempo y me vienen muy bien. Me siento energizda despues de cada uno. Acaso piensas que son mal para uno? Saludos!! Yolie
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