viernes, agosto 18, 2006

El círculo vicioso

Todo comienza, quizás, con una idea. Con una historia (de las que no abandonan la cabeza) y una resolución del tipo "voy a escribir esta historia". Luego viene el desarrollo (la escritura) y el inevitable desprendimiento de subtramas y personajes que fácilmente pueden pertenecer a otras historias. Así, en el proceso de escribir la primera historia surgen otras muchas ideas que van dándose ellas mismas cierto aire de importancia. Tanto que no puedes dejarlas en el limbo, no tiene sentido dejarlas en el limbo, así que te dices: "bueno, después de terminar de escribir esto, seguiré con aquello". Y así se transforma todo en un mundo giganteso de cosas escritas, escribiéndose y por escribir.

Y la maraña crece y se hace salvaje y monstruosa. Y se te va la vida tratando de escribir todas las ideas, historias y personajes que irrespetuosamente aparecen siempre en esa entelequia que es "la mente" o "la cabeza". Y mientras más escribes más tiempo tienes que dedicarle a la escritura y te asustas porque sientes que la cosa va más allá de los límites de tu propia consciencia, que la cosa es medio diabólica... ¿y si es una enfermedad terminal? te das cuenta que es tanto el tiempo que le has dedicado a escribir, que todo lo demás que sabías hacer y que habías aprendido en una universidad peligrosamente se comienza a olvidar. Después de la negación y el pánico llega la resignación, es cuando no te queda más remedio que tratar de vivir con esto (y si es posible DE esto, aunque esta posibilidad es remota) y decides entonces convertirte en escritor. No sin algo de miedo, porque sabes que los años pasarán (inevitablemente) y la muerte se acercará con un suave respiro que te estremecerá hasta el último hueso, y con un susurro te recordará que aunque hayas intentado escribir todas las historias del mundo siempre habrá una larga fila de notas "por hacer" en el cuadernito negro que con tanto celo guardabas en el escritorio.


Oye Humberto, muy buena esa, es tan bella que parece poesía. Tus reflexiones creo que contienen mucho del misterio de la escritura, de como algunos (locos) caemos en en sus redes y es difícil escaparnos. Me angustia un poco la idea de que la vida pasará y muchos ideas se quedarán en proyectos sin realizar. Sin embargo, me parece impecable.

Néstor

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