martes, enero 27, 2009

jueves, enero 22, 2009

El Grajo Vano o el país de los verdiblancos




Había una vez un país muy lejano, tan lejano que era precisamente aquel en que yo vivía, en el que la gente se dividía en dos bandos: los verdes y los blancos. Pero esto era sólo un decir, ya que los verdes y los blancos eran iguales, aunque disfrutaban de criticarse los unos a los otros.

Para hacer este divertimento más interesante, pactaron que el gobierno del país lo asumirían en forma alternada: Cada 5 años, si los verdes gobernaban, los blancos decían que ya era suficiente de robo y mentira, se hacían elecciones y ganaban los blancos, que eran iguales.

Esto se repitió ritualmente hasta que a alguien se le ocurrió la descabellada idea de que podía haber algo diferente a los verdes y los blancos; estaba convencido y convenció a todos de que el rojo era el fin de los robos y las mentiras.

Muchos verdes y blancos se hicieron rojos y lograron engañarse unos a otros, hasta que, poco a poco, se les empezaron a caer las plumas rojas y los que eran verdes fueron más verdes y los blancos, más blancos que nunca.

Comenzaron a insultarse como era en antaño, pero ya no querían gobernar alternadamente, por lo que pactaron usar lentes rojos , hacerse la vista roja, robar y mentir por siempre y prohibir terminantemente la lectura de Samaniego.

sábado, enero 17, 2009

Tapara 2009




Cuando se puede, los taparenses tratamos de reunirnos, esta vez fue en casa de nuestro apreciado Camilo. Estuvimos Krina, Camilo, Juan Carlos, Humberto y Beatriz, pero siempre presente en nuestro pensamiento estuvieron, José, Leo y Nestór, con quienes esperamos reunirnos en un próximo encuentro

viernes, enero 16, 2009

A veces el comienzo lo es todo

Día dieciseisavo del primer mes de este año que puede ser tan efímero como cualquier otro año. Así que perfectamente podemos estar en 1959 y yo podría no ser yo porque no he nacido en 1959, pero qué importa, igual somos accidentes. Somos una historia que puede no estar siendo. O peor, visto a la distancia, podemos ser una historia que no pudo ser.

Así que en 1959 no soy yo, pero estoy escribiendo, situación fantástica y a la vez posible. Muevo una mano que mueve un cuerpo que tiene un nombre que quiere desesperadamente tener una historia que contar. Pero para contar una historia tiene primero que estar en una historia. Así entonces comienza todo, en la historia de esta mano que tiene este cuerpo que tiene este nombre que primero tiene que ser para ser contada, lo que supone que estamos al principio de todo y nada ha pasado.

Estamos en un comienzo arbitrario, como todos los comienzos, porque muchas cosas han pasado pero ya no importan. Pero... las historias no son, se cuentan, así que, quizás, ya todo pasó y lo que estamos a punto de comenzar es de contar la historia. Por eso la mano se mueve hoy en 2009 y no en 1959, aunque la historia que voy a contar comience en 1959.

Una historia, esto es lo peor de todo, olvidada; por tanto, en gran parte, inventada.