sábado, septiembre 30, 2006
Antología "Desde el patio del limonero"
Amigos, esta es la publicación que se generó del taller de poesía de Monte Ávila. Espero que puedan asistir.
P.D. Yo soy el 5to. de izquierda a derecha, de pie con pantalones cortos y mi "Leica" al cuello.
martes, septiembre 26, 2006
Azul
Multitud en ascenso y descenso,
Torre de Babel en la polis que subyace.
Manda la prisa,
cuento mis pasos
para llegar a la salida
Inhalan mis pulmones
aire nuevo
mientras los ojos buscan
desesperadamente
el azul.
Beatriz
Torre de Babel en la polis que subyace.
Manda la prisa,
cuento mis pasos
para llegar a la salida
Inhalan mis pulmones
aire nuevo
mientras los ojos buscan
desesperadamente
el azul.
Beatriz
domingo, septiembre 24, 2006
Después del final
Dormía. O al menos eso creí, porque cuando quise despertar nada cambió.
Estoy despierto entonces, viendo (y no soñando) la sombra fija que se asoma por la ventana ¿o es una mancha? En todo caso es la silueta de un árbol de hojas tristes, hojas de piedra (de lo que estan hechos todos los árboles tristes).
Estoy acostado, de eso me doy cuenta.
Estoy entumecido, es sólo lo puedo intuir.
Estoy en un terreno desconocido, aprendiendo de mí, estoy en expansión.
Ahora puedo explorar, con ojos más tranquilos, las sombras nocturnas que proyectan todas las figuras que aparecen en mi ventana; todas figuras de piedra (¿ya lo dije antes? No, sólo del árbol). Y sobre las figuras la luz que enciende todas las emociones.
En mí, de nuevo la conciencia. Descubro que tengo un cuerpo, descubro que es un cuerpo que se mueve, descubro que puedo levantarme.
Me creí muerto, me creí dormido. Pero siempre estuve despierto, sólo quise comenzar a vivir otra vez.
Estoy despierto entonces, viendo (y no soñando) la sombra fija que se asoma por la ventana ¿o es una mancha? En todo caso es la silueta de un árbol de hojas tristes, hojas de piedra (de lo que estan hechos todos los árboles tristes).
Estoy acostado, de eso me doy cuenta.
Estoy entumecido, es sólo lo puedo intuir.
Estoy en un terreno desconocido, aprendiendo de mí, estoy en expansión.
Ahora puedo explorar, con ojos más tranquilos, las sombras nocturnas que proyectan todas las figuras que aparecen en mi ventana; todas figuras de piedra (¿ya lo dije antes? No, sólo del árbol). Y sobre las figuras la luz que enciende todas las emociones.
En mí, de nuevo la conciencia. Descubro que tengo un cuerpo, descubro que es un cuerpo que se mueve, descubro que puedo levantarme.
Me creí muerto, me creí dormido. Pero siempre estuve despierto, sólo quise comenzar a vivir otra vez.
jueves, septiembre 21, 2006
5 4 3 2 1
5
La detonación de un planeta se acerca
En el espacio infinito de mi cuerpo.
De la cuenta regresiva se escucha sólo el eco
De la sangre contra las paredes de mis venas.
4
Gotas de invierno al comienzo,
Piedras secas en el agua luego,
Campanas sordas, eterno segundero.
Ya no duerno, ya no sueño.
Cuándo llegará la noche.
Cuándo llegará el silencio.
3
Toca mi pecho y escucha el vals de los astros
Que bailan borrachos en la corte del Rey.
Abrázame, besa mi cuello y toma del vino
Mientras estoy vivo, mientras estoy muriendo.
2
Agrio y sin ritmo, sabor a capricho.
Olor a fruta de tierna mujer otoñal.
Color a grito de estrella en fuga.
En su caída acaricia la garganta
Como las lágrimas y el llanto en su salida.
1
Leo en mi pulso un mensaje oculto
En el código Morse de mis latidos.
Es una alarma de emergencia, un llamado de auxilio.
Es demasiado tarde, cinco, cuatro, tres, dos, uno.
Camilo Daza Tapia.
La detonación de un planeta se acerca
En el espacio infinito de mi cuerpo.
De la cuenta regresiva se escucha sólo el eco
De la sangre contra las paredes de mis venas.
4
Gotas de invierno al comienzo,
Piedras secas en el agua luego,
Campanas sordas, eterno segundero.
Ya no duerno, ya no sueño.
Cuándo llegará la noche.
Cuándo llegará el silencio.
3
Toca mi pecho y escucha el vals de los astros
Que bailan borrachos en la corte del Rey.
Abrázame, besa mi cuello y toma del vino
Mientras estoy vivo, mientras estoy muriendo.
2
Agrio y sin ritmo, sabor a capricho.
Olor a fruta de tierna mujer otoñal.
Color a grito de estrella en fuga.
En su caída acaricia la garganta
Como las lágrimas y el llanto en su salida.
1
Leo en mi pulso un mensaje oculto
En el código Morse de mis latidos.
Es una alarma de emergencia, un llamado de auxilio.
Es demasiado tarde, cinco, cuatro, tres, dos, uno.
Camilo Daza Tapia.
sábado, septiembre 16, 2006
miércoles, septiembre 13, 2006
Instantáneas
1
Me he dado cuenta que soy víctima de una maldición: he olvidado los destinos de tanto que he estado perdido en el camino.
2
¡Qué desgracia! yo no sé escribir mas que con el yo por delante.
3
Ociosos del mundo: no desfallezcan de no hacer nada, el arte de la vida será para nosotros. Somos los últimos creadores.
4
Recordar como pasatiempo: Pasar el tiempo con el tiempo que pasó.
Me he dado cuenta que soy víctima de una maldición: he olvidado los destinos de tanto que he estado perdido en el camino.
2
¡Qué desgracia! yo no sé escribir mas que con el yo por delante.
3
Ociosos del mundo: no desfallezcan de no hacer nada, el arte de la vida será para nosotros. Somos los últimos creadores.
4
Recordar como pasatiempo: Pasar el tiempo con el tiempo que pasó.
viernes, septiembre 08, 2006
Leo, sólo como prueba de la sincronicidad, este borrador de ayer:
Cielo sin horizonte
y el rumor perenne
de una ola
que nunca rompe
Azul, tras azul
-no veo nada-
el corazón paralizado
los labios entreabiertos
esperando
que rompa la ola
-el horizonte aparezca-
o un bote cruce
con la promesa
de otro lugar
y el rumor perenne
de una ola
que nunca rompe
Azul, tras azul
el corazón paralizado
los labios entreabiertos
esperando
que rompa la ola
o un bote cruce
con la promesa
de otro lugar
Ejercicio 12: Barca
Sobre la suave marea arrullante
descansan los recuerdos
adormezco
Pinceladas ondulantes
traen su rostro
tan difuso
tan lejano
errante
atrás van quedando
las olas
los rasgos
y las voces se nublan
en un canto fantasmal
la barca
se pierde en la nocturnidad
en el fondo de las aguas
Negro sobre negro
sin estrellas ni relámpagos
ni sombras
Al final
solo
sólo
el instante en la nada.
descansan los recuerdos
adormezco
Pinceladas ondulantes
traen su rostro
tan difuso
tan lejano
errante
atrás van quedando
las olas
los rasgos
y las voces se nublan
en un canto fantasmal
la barca
se pierde en la nocturnidad
en el fondo de las aguas
Negro sobre negro
sin estrellas ni relámpagos
ni sombras
Al final
solo
sólo
el instante en la nada.
jueves, septiembre 07, 2006
Baños de Luna...
Esa noche había una claridad inusual en mi habitación. No me podía dormir, y seguramente me movía de un lado a otro, puesto que mi abuela entró a darme una vuelta.
—¿Qué te pasa mi niña?
—Es que no puedo dormirme abuela.
Entonces ella miró hacia la ventana y vio que las cortinas estaban abiertas. La luna iluminaba gran parte del cuarto con su luz medio azulada, que me permitía ver mis cosas favoritas, mis muñecas, mis libros, pero distintas a la forma que tenían en el día. Se veían lánguidas y extrañas.
Ella me dijo “menos mal que te vine a ver”, y yo pregunté que por qué decía eso. Ella me contestó que ya casi el rayo de luna llegaba hasta mi cara. Pero yo le dije que qué tenía eso de malo, la luna no quema como el sol abuelita.
—No, no quema, pero la luna es poderosa también. La gente que recibe baños de luna mientras duerme puede volverse loca, eso me lo decía mi mamá, y a su mamá también se lo decía la suya.
Entonces le pregunté si ella conocía a alguien que le hubiera pasado eso y se puso muy triste, y los ojitos se le pusieron más pequeños de los que aun los tenía. Se le pusieron como cuando alguien nombra a su hija, mi tía Mariela, quien murió hace tiempo pero nadie habla de eso, ni de la enfermedad que ella tenía. Es como un secreto. Mi hermana mayor me dice que hay que crecer para que a uno se lo cuenten, y yo le digo que si se me van a poner los ojos así de tristes, entonces no quiero saberlo.
Y yo seguí preguntándole: “abuelita, y si te quedas dormida sólo por una vez y te cubre la luna, ¿también es peligroso?”. Pero niña, tú sí eres preguntona ¿no? — me dijo ella moviendo su cabeza hacia los lados.
Desde esa noche siempre revisaba mi cuarto antes de acostarse o le decía a mi mamá que lo hiciera.
***.
La ciudad esta llena anuncios luminosos y faroles que no permiten ver a las estrellas como antes. Mi abuela ya no está para cerrarme la cortina
Acaso a veces cuando la luna está llena, ésta se atreve tímidamente a dejar pasar una franja de luz por la ventana.
Entonces ahora que sé de tantos secretos, de tantas ausencias, y demasiados misterios descubiertos, me tiendo desnuda sobre esa luz, a tomar baños de luna.
Beatriz
—¿Qué te pasa mi niña?
—Es que no puedo dormirme abuela.
Entonces ella miró hacia la ventana y vio que las cortinas estaban abiertas. La luna iluminaba gran parte del cuarto con su luz medio azulada, que me permitía ver mis cosas favoritas, mis muñecas, mis libros, pero distintas a la forma que tenían en el día. Se veían lánguidas y extrañas.
Ella me dijo “menos mal que te vine a ver”, y yo pregunté que por qué decía eso. Ella me contestó que ya casi el rayo de luna llegaba hasta mi cara. Pero yo le dije que qué tenía eso de malo, la luna no quema como el sol abuelita.
—No, no quema, pero la luna es poderosa también. La gente que recibe baños de luna mientras duerme puede volverse loca, eso me lo decía mi mamá, y a su mamá también se lo decía la suya.
Entonces le pregunté si ella conocía a alguien que le hubiera pasado eso y se puso muy triste, y los ojitos se le pusieron más pequeños de los que aun los tenía. Se le pusieron como cuando alguien nombra a su hija, mi tía Mariela, quien murió hace tiempo pero nadie habla de eso, ni de la enfermedad que ella tenía. Es como un secreto. Mi hermana mayor me dice que hay que crecer para que a uno se lo cuenten, y yo le digo que si se me van a poner los ojos así de tristes, entonces no quiero saberlo.
Y yo seguí preguntándole: “abuelita, y si te quedas dormida sólo por una vez y te cubre la luna, ¿también es peligroso?”. Pero niña, tú sí eres preguntona ¿no? — me dijo ella moviendo su cabeza hacia los lados.
Desde esa noche siempre revisaba mi cuarto antes de acostarse o le decía a mi mamá que lo hiciera.
***.
La ciudad esta llena anuncios luminosos y faroles que no permiten ver a las estrellas como antes. Mi abuela ya no está para cerrarme la cortina
Acaso a veces cuando la luna está llena, ésta se atreve tímidamente a dejar pasar una franja de luz por la ventana.
Entonces ahora que sé de tantos secretos, de tantas ausencias, y demasiados misterios descubiertos, me tiendo desnuda sobre esa luz, a tomar baños de luna.
Beatriz
lunes, septiembre 04, 2006
una de monsiváis
Muchachas y muchachos, está fresca esta de Monsiváis.
Saludos, Néstor
Literatura-FIL-Rulfo/
Monsiváis agradece que premio Juan Rulfo sea por ensayo y crónica=
Ciudad de México, 4 sep (dpa) - El escritor mexicano Carlos
Monsiváis dijo hoy a dpa que se siente en menos desventaja ante los
grandes escritores que recibieron el Premio Juan Rulfo con
anterioridad, luego de que el jurado destacara que fue galardonado
con ese premio por sus crónicas y ensayos.
La Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) anunció hoy
que el próximo 25 de noviembre, en la ceremonia de apertura de la
muestra, entregará a Monsiváis el Premio 2006 de Literatura
Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo.
Evidentemente alegre, Monsiváis, dijo estar "sorprendido como
siempre sucede" y "verdaderamente contento" por recibir "este premio"
y que agradecía "a los jurados haber destacado que es principalmente
por mis crónicas y ensayos, sobre todo por los grandes escritores que
me han precedido".
Monsiváis, quien ha sobresalido por sus crónicas y ensayos sobre
momentos de México y por sus antologías de la poesía mexicana, es en
la actualidad considerado un líder de opinión y uno de los grandes
intelectuales del país.
Saludos, Néstor
Literatura-FIL-Rulfo/
Monsiváis agradece que premio Juan Rulfo sea por ensayo y crónica=
Ciudad de México, 4 sep (dpa) - El escritor mexicano Carlos
Monsiváis dijo hoy a dpa que se siente en menos desventaja ante los
grandes escritores que recibieron el Premio Juan Rulfo con
anterioridad, luego de que el jurado destacara que fue galardonado
con ese premio por sus crónicas y ensayos.
La Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) anunció hoy
que el próximo 25 de noviembre, en la ceremonia de apertura de la
muestra, entregará a Monsiváis el Premio 2006 de Literatura
Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo.
Evidentemente alegre, Monsiváis, dijo estar "sorprendido como
siempre sucede" y "verdaderamente contento" por recibir "este premio"
y que agradecía "a los jurados haber destacado que es principalmente
por mis crónicas y ensayos, sobre todo por los grandes escritores que
me han precedido".
Monsiváis, quien ha sobresalido por sus crónicas y ensayos sobre
momentos de México y por sus antologías de la poesía mexicana, es en
la actualidad considerado un líder de opinión y uno de los grandes
intelectuales del país.
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