Las alas coparon el cielo
Vínose abajo
Todo azul
Todos ángeles.
miércoles, junio 28, 2006
martes, junio 27, 2006
La lluvia es una cosa
Que sin duda sucede en el pasado
Jorge Luis Borges
Jorge Luis Borges
Hay frases que quedan en nuestra memoria por siempre. Esas frases, flotando por allí en el cerebro, me descomponen; sobre todo si son como esa que viene a mi mente cada tanto: La lluvia trae alegría a los campos y tristeza a las ciudades. Seguramente será el residuo de una de esas glosas infantiles con las que los antiguos libros de texto querían rematar los temas. Los libros de texto de antes tenían, eso lo veo ahora a la distancia, una singular pretensión literaria.
De niño siempre consideré a la lluvia como un acontecimiento alegre, algo para compartir con los amigos, como quien comparte un helado. La lluvia era para salir a mojarse, a reírse cuando nos resbalábamos, brincar sobre los charcos. ¿A quién se le ocurría correr a protegerse de la lluvia?
Pero ahora, todo es diferente, la lluvia es el preámbulo de una tranca, el derrumbe de una montaña, amenaza de gripe, toda una complicación.
Estando con la lluvia al otro lado de la ventana, descubro las razones íntimas de esa melancolía que me invade en cada gota. Comprendo, creo, porque me gustan las duchas largas, dejar que el agua caiga sin parar hasta que no haya sonido o imagen que pueda atravesar la muralla protectora de la ducha/lluvia.
De niño, bajo la lluvia, todo era risa. Hoy, de adulto, esa lluvia mía, esa triste lluvia mía, quedó prisionera de una llave, en la esquina del baño.
sábado, junio 24, 2006
Ejercicio J: La tarde lluviosa de otoño
La tarde lluviosa de otoño
te colma
de penas sin rostros
de nostalgias ajenas
Poco a poco te lleva
a una loma
con una acacia insensata
vestida de rojo
Y junto a la brisa
una brisa marina
caminas entre los muertos.
te colma
de penas sin rostros
de nostalgias ajenas
Poco a poco te lleva
a una loma
con una acacia insensata
vestida de rojo
Y junto a la brisa
una brisa marina
caminas entre los muertos.
jueves, junio 22, 2006
Paseo Surrealista
Paseo surrealista
Anhelo de reunirme
con afectos eternos
me hace cruzar océanos
Y tejer historias en el cielo
Cambio coordenadas
restablezco energías
los hombros descansan
Lo viejo y lo nuevo confluyen
Amanecezco de cadáver exquisito:
Relojes blandos
Constelaciones
Catedral Inconclusa
Se cierran círculos, se abren otros
Me gano la medalla del sosiego por unos días
Beatriz
Anhelo de reunirme
con afectos eternos
me hace cruzar océanos
Y tejer historias en el cielo
Cambio coordenadas
restablezco energías
los hombros descansan
Lo viejo y lo nuevo confluyen
Amanecezco de cadáver exquisito:
Relojes blandos
Constelaciones
Catedral Inconclusa
Se cierran círculos, se abren otros
Me gano la medalla del sosiego por unos días
Beatriz
Tú, a quien yo no confío mis largas horas sin sueño;
tú que tan tierna me calmas como una cuna meciéndome.
Tú que tu insomnio me ocultas, dime si soportaremos
la sed que nos magnifica, sin abandono.
Rainer Maria Rilke
tú que tan tierna me calmas como una cuna meciéndome.
Tú que tu insomnio me ocultas, dime si soportaremos
la sed que nos magnifica, sin abandono.
Rainer Maria Rilke
Se trata de ubicar un punto
en medio de la noche
un punto brillante
y anclarse a él
Sostener la mirada
y orar para que las imágenes vengan
Orarle al punto
orarle a la memoria
al dios de la memoria
al creador de los recuerdos
Sentir la lluvia
el barro entre las manos
saber entonces
que fuimos niños
El amor
(de algún extraño modo lo sé)
viene de esos días
en que no había recuerdos
La vida llegaba hasta el árbol
al que un día corrimos
a protegernos de la lluvia
Ese árbol que nos acariciaba
y cerraba nuestros ojos
con un beso
Llevo a mis ojos
esta noche
las ramas de ese árbol
con estas manos
que no han olvidado el barro
Y doy gracias
al dios de la memoria
por el sueño
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